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Daniel Scioli echó a Santiago Montoya por sus críticas a Krichner

Las duras críticas de Santiago Montoya al kirchnerismo y su rechazo a presentarse como candidato «testimonial» en el partido bonaerense de San Isidro lo dejaron fuera del gobierno bonaerense. Daniel Scioli, gobernador de la provincia de Buenos Aires  decidió echar al jefe de la agencia recaudadora, ARBA y dispuso una reorganización de su gabinete. El ministro de Economía, Rafael Perelmiter, hasta ayer jefe directo de Montoya, conducirá la Agencia de Recaudación de Buenos Aires, ARBA. El actual ministro de Producción, Alejandro Arlía, irá a Economía, y este dejará su lugar al diputado Martín Ferré. Scioli, ayer por la mañana,  no enfrento a Montoya, en su lugar  mandó a Perelmiter a decirle  que debía dejar su cargo. Según los testigos del […]

Las duras críticas de Santiago Montoya al kirchnerismo y su rechazo a presentarse como candidato «testimonial» en el partido bonaerense de San Isidro lo dejaron fuera del gobierno bonaerense.

Daniel Scioli, gobernador de la provincia de Buenos Aires  decidió echar al jefe de la agencia recaudadora, ARBA y dispuso una reorganización de su gabinete. El ministro de Economía, Rafael Perelmiter, hasta ayer jefe directo de Montoya, conducirá la Agencia de Recaudación de Buenos Aires, ARBA. El actual ministro de Producción, Alejandro Arlía, irá a Economía, y este dejará su lugar al diputado Martín Ferré.

Scioli, ayer por la mañana,  no enfrento a Montoya, en su lugar  mandó a Perelmiter a decirle  que debía dejar su cargo. Según los testigos del encuentro entre el ministro y el recaudador dijeron que la reunión no fue nada cordial.

Perelmiter le dijo que se tenía que ir porque había generado una controversia perjudicial para la necesaria armonía entre la provincia y la Nación cuando dijo que el oficialismo «había perdido su capacidad para escuchar a la sociedad».

Santiago Montoya aceptando la decisión reconoció que quizás se apresuró por responder las versiones sobre una postulación que,  nadie le había ofrecido de manera oficial.  Montoya reunió a sus principales colaboradores, unas 30 personas, y dio su interpretación de lo ocurrido. Diciendo  que buscaban «sacarlo de la cancha» y que le habían tendido una «trampa política», según comentó un testigo de ese encuentro.

La intención de Krichner era postular a Montoya en San Isidro, donde  hay más de 30.000 intimaciones pendientes contra contribuyentes morosos. «Mandarme ahí era como mandar a Robin Hood a Nottingham», ironizó.

Montoya por la tarde  ya había redactado su renuncia y se dirigió a la sede porteña del Banco Provincia, donde lo esperaba Perelmiter. Sobre su escritorio dejó la dimisión. Dos hojas  fueron las que entregó y parte del texto decía «Aparentemente los motivos por los que usted me solicita la presente renuncia están relacionados con ciertos comentarios políticos personales, que produje al verme involucrado en versiones que me incomodaron acerca de una candidatura que no me había sido formalmente ofrecida».

«Lamento profundamente el desenlace, ya que muy lejos estuve de cualquier intención de provocarle inconvenientes de carácter político».

Montoya reiteró su compromiso con la gestión encabezada por Scioli, resaltó los resultados de su labor al frente de Agencia de Recaudación de Buenos Aires,  ARBA, que calificó como «titánica», y apuntó que ayer, el día de su renuncia, se consiguió un ingreso al tesoro de 303 millones de pesos, la máxima recaudación diaria de la provincia en su historia.

Alberto Pérez, Jefe del gabinete de la provincia dijo en una entrevista que «Nosotros pedimos a los funcionarios dos requisitos básicos: idoneidad técnica y prudencia institucional. En este caso, Montoya no cumplió con lo segundo».

José Scioli,  secretario general de la gobernación, (hermano del gobernador), lamentó el alejamiento de Montoya y dijo que la provincia perdía «un funcionario excelente».

Pese a que diversas fuentes de los gobiernos nacional y bonaerense e incluso del PJ reconocieron ayer el malestar que habían generado las declaraciones de Montoya en el entorno del ex presidente Néstor Kirchner, Pérez enfatizó que la provincia no había recibido presiones de ningún tipo para despedir al jefe de ARBA. «Acá los funcionarios los pone y los saca Scioli», aseguró.

Pero en el Gobierno provincial la función del polémico recaudador Santiago Montoya era de vital importancia, justamente en este año que se prevé un déficit abultado, de alrededor de 12.000 millones de pesos, para la provincia.

Daniel Scioli  confiaba en que el cordobés Montoya, de 49 años, podría ayudar a combatir la crisis tal como lo había hecho en 2002, cuando, bajo el mando de Felipe Solá, había conseguido que no cayera la recaudación provincial, cuando no pasaba lo mismo en el resto de las  provincias argentinas.

18/04/2009  La Nación

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