Fueron enviados inspectores del Ministerio de Trabajo de Capital Federal y de la provincia de Buenos Aires a la planta de Kraft Foods, ex Terrabusi debido a una denuncia realizada por la comisión interna. Estos, estuvieron presentes en el ingreso del personal del turno mañana, a las 6 horas, pero igualmente los cuatro delegados que fueron despedidos con el resto de los trabajadores no les fue permitido ingresar.
Juan Pablo Fiorini, abogado, en declaraciones con Radio 10 dijo que: «Estuvimos presentes tratando de que ingresen a la planta, pero nuevamente se les negó el ingreso. Vinieron inspectores del ministerio de Trabajo para constatar la situación».
Según explicó el letrado, sus defendidos: «están habilitados para ingresar porque previamente a sacar la tutela gremial debe existir un sumario que nunca se hizo».
Ramón Bogado, uno de los integrantes de la comisión interna, aseguró anoche que la empresa «no cumple con el acta firmada en Ministerio de Trabajo».
Indicando que: «No se le permite ingresar a los delegados para realizar una asamblea».
Al realizarse el recambio de personal del turno a las 5.30 la guardia no permitió el ingreso de cuatro de los cinco delegados suspendidos, ya que el quinto no hizo acto de presencia.
Carlos Tomada, ministro de Trabajo, recalentó en las últimas horas el conflicto en la planta de la ex Terrabusi, pese a que se mantenía una precaria tregua entre los directivos de la compañía alimenticia y los empleados, la que había permitido la reanudación de las actividades en General Pacheco.
El funcionario, en una entrevista con un diario porteño, condenó con dureza a la compañía de origen norteamericano y respaldó a los delegados que encabezaron la protesta. Hace más de 40 días que la planta fue paralizada por una toma, durante la cual hubo denuncias de presiones, amenazas y daños a la propiedad privada.
Tomada afirmó: «Acá ha habido una actitud de intransigencia patronal muy grande, a punto tal que cuando nos sentamos a negociar el lunes por primera vez un principio de solución, se reunió cada uno en una oficina separada en donde nosotros hacíamos de intermediarios».
El ministro de Trabajo no dudó en manifestar que en el conflicto: «la empresa decide tomarse revancha con trabajadores a los que acusa de haber roto y de no permitir la salida de directivos del establecimiento».
Manifestando, además que: «Este es un conflicto de otro orden, no es un conflicto laboral como en los que nosotros intervenimos para defender los puestos de trabajo».
El funcionario en una entrevista realizada por Pagina 12, cuestionó a la compañía, a la vez que no realizó ninguna critica a la actitud violenta de los delegados y activistas que intervinieron en el conflicto.
El titular de la cartera laboral no solamente cuestionó a la empresa ex – Terrabusi, sino que en respaldo a los delegados que tienen causas que tramitan en tribunales: «Reconocimos a la comisión interna como interlocutores. Siguen siendo los delegados para nosotros. Eso es lo más importante. Esos trabajadores están despedidos, pero nosotros los sentamos a la mesa y decimos que vamos a hablar con ellos».
