El Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados (PAMI) implementará desde el 1° de junio un nuevo sistema de entrega de pañales a domicilio para sus afiliados. La medida apunta a eliminar la intermediación para mejorar la eficiencia y la calidad del producto, según se informó oficialmente.
PAMI hizo el anuncio días después de que se conociera la noticia de la baja del convenio anterior de distribución y la firma de una polémica licitación exprés de pañales por u$s450 millones en tres años. El proceso recibió duras críticas: de los cuatro oferentes, tres denunciaron que no pudieron presentar propuestas por falta de tiempo y cuestionaron cambios de condiciones que, según ellos, habrían direccionado la adjudicación.
Nueva modalidad y controles de calidad de los pañales de PAMI
PAMI difundió un comunicado informando que los pañales serán adquiridos mediante licitación pública y entregados directamente en el domicilio de los beneficiarios. De este modo, se busca poner fin a las largas filas y traslados innecesarios que afectaban especialmente a los jubilados y pensionados con movilidad reducida.
Además, por primera vez se realizarán controles estrictos de calidad sobre los productos. Los mismos deberán cumplir con los parámetros establecidos por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat).
Los pañales licitados por PAMI serán anatómicos, con mejor absorción y confort. Por ello, se superará la oferta anterior que incluía modelos rectos de menor calidad.
El titular de PAMI, Esteban Leguizamo, aseguró que este nuevo modelo permitirá un ahorro estimado de $5.000 millones anuales. Esto será el resultado de eliminar la intermediación que encarecía el servicio y generaba distorsiones. Sin embargo, la adjudicación recayó en una sola empresa, Urbano Express S.A., vinculada al Grupo Clarín, lo que avivó las sospechas de favoritismo.
Críticas y defensa oficial
Distintas voces advirtieron sobre posibles irregularidades en la licitación. El defensor de la Tercera Edad, Eugenio Semino, criticó el proceso y señaló que el sistema está pensado para sostener negocios, no para resolver los problemas de los beneficiarios de PAMI.
Desde el Gobierno, el vocero Manuel Adorni negó cualquier irregularidad y sostuvo que «los pañales van a llegarle a los abuelos a sus casas, y no van a ser más caros». Además, remarcó que el nuevo sistema es parte de una política de Estado que prioriza la transparencia y la eficiencia en el uso de los recursos públicos.