El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) dio a conocer los valores actualizados de la canasta de crianza correspondientes a mayo de 2025. Este informe estima el costo mensual que enfrentan las familias argentinas para cubrir tanto los bienes y servicios como el cuidado necesario de niños, niñas y adolescentes de hasta 12 años.
Según el informe técnico del Indec, el valor total de la canasta varía según el tramo de edad. Por ejemplo, criar a un niño menor de 1 año implica un gasto mensual de $410.587, mientras que para un niño de entre 1 y 3 años el monto asciende a $487.908. En tanto, los menores de entre 4 y 5 años demandan $410.302 y los de entre 6 y 12 años requieren $516.113 al mes.
Cómo se conforma el costo de crianza a un hijo calculado por Indec
A continuación, se detalla cómo se compone el costo total mensual de la canasta de crianza en Argentina para cada tramo de edad, según los datos publicados por el Indec para mayo de 2025:
- Menores de 1 año: el costo total es de $410.587, compuesto por:
- $125.799 en bienes y servicios.
- $284.788 en cuidados.
- Niños y niñas de 1 a 3 años: el total asciende a $487.908, de los cuales:
- $162.436 corresponden a bienes y servicios.
- $325.473 al costo del cuidado.
- Niños y niñas de 4 a 5 años: la canasta mensual es de $410.302, integrada por:
- $206.881 en bienes y servicios.
- $203.420 en cuidados.
- Niños y niñas de 6 a 12 años: el gasto total mensual es de $516.113, dividido en:
- $256.637 por bienes y servicios.
- $259.476 por cuidados.
Estos valores reflejan el costo estimado para cubrir las necesidades básicas materiales y de tiempo de cuidado para cada tramo etario. La metodología utilizada por el Indec permite identificar con mayor claridad el impacto económico que implica la crianza en los hogares argentinos.
Un parámetro para evaluar la realidad de las familias
Esta medición, impulsada por el Indec junto con el Ministerio de Economía, busca visibilizar el valor económico del trabajo de cuidado, muchas veces no remunerado. La canasta de crianza, entonces, se convierte en una herramienta clave para analizar la situación económica de los hogares con niños y adolescentes, y sirve como herramienta para el diseño de políticas públicas.
Por ejemplo, el Ministerio de Capital Humano utiliza dicha medición para monitorear el monto de la Tarjeta Alimentar.
