Mujer con carpeta de EconoBlog

Acuerdos salariales: Aumentos de sueldos en Argentina

Hugo Moyano, el líder de la Confederación General del Trabajo, CGT, hasta el año pasado fue el amortiguador de los sindicatos, cuando estos venían a la carga. En esto momentos ya no se encuentra muy fuerte y ante su debilidad, se descontrola la pelea gremial que jaquea a las empresas. Con el terreno libre los gremios van por más y las Empresas permanecen en estado de alerta ante pretensiones salariales difíciles de afrontar en plena recesión. Los riesgos son que sin un techo que amortigüe los reclamos sindicales, la Argentina va a una difícil situación en materia de conflictividad laboral que ahoga a muchas empresas.  Muchas de las cuales se verán acorraladas, al no poder absorber los pedidos de aumento […]

Hugo Moyano, el líder de la Confederación General del Trabajo, CGT, hasta el año pasado fue el amortiguador de los sindicatos, cuando estos venían a la carga. En esto momentos ya no se encuentra muy fuerte y ante su debilidad, se descontrola la pelea gremial que jaquea a las empresas. Con el terreno libre los gremios van por más y las Empresas permanecen en estado de alerta ante pretensiones salariales difíciles de afrontar en plena recesión.

Los riesgos son que sin un techo que amortigüe los reclamos sindicales, la Argentina va a una difícil situación en materia de conflictividad laboral que ahoga a muchas empresas.  Muchas de las cuales se verán acorraladas, al no poder absorber los pedidos de aumento salarial dadas las cifras que se barajan por estos días y anticipan un sombrío panorama para los próximos meses.

Además, Moyano, líder de la CGT, después de los resultados en las elecciones, se encuentra en una posición más débil a la hora de marcarle la cancha al resto de los sindicatos.

Este pronóstico no es para nada alentador. Son muchas las situaciones que conjuran un temporal que amenaza con desatarse, y todo esto en el momento menos oportuno.

Lo últimos tres años el escenario planteado era sustancialmente distinto. La economía se encontraba con índices altos de crecimiento junto con el Gobierno amigo a los sindicatos eran quienes fijaban techos o pisos de discusión salarial.

En estos momentos que la caída en ventas golpea con fuerza y vacía la caja de las empresas, el amortiguador protector no está.

Si vemos el escenario económico durante los últimos seis meses:

  • Actividad económica descendió un 6%
  • Exportaciones cayeron un 20%
  • Actividad industrial se desplomó un 10%
  • Sector siderúrgico tuvo la mas notable caída 40%
  • Trabajadores cesanteados es la barrera que tienen las empresas para fijar los salarios, según registró la Unión Industrial Argentina,UIA, quedaron 220.000 empleados.

En este contexto, la gran incógnita es cuánto podrán ceder los empresarios ante una avanzada salarial que se multiplica y parece descontrolarse.

El resultado electoral cambio el panorama político-económico del país, a menos de un mes de ellas:

UOMRA pretenden un incremento del 22% y amenazan con un paro nacional. El Ministerio de Trabajo será, esta vez, el que intente destrabar el conflicto.

Camioneros no se quedaron atrás y, tras amenazas de frenar la actividad, lograron una suba del 17%. Con otros «beneficios» ya convenidos.

Portuarios que iniciaron una huelga este miércoles para exigir mejoras salariales, un convenio de trabajo, y rechazar la forma en que se convocó a la mesa de diálogo.

Esto solamente por mostrar algunos de los gremios, pero son muchos los que en los próximos días van a poner el pie en el acelerador para hacer oír sus voces.

Aumentos Salariales:

Según consultoras especializadas en recursos humanos que asesoran empresas, coinciden en afirmar que todo incremento que supere el 15% resultará muy difícil de absorber por las compañías, considerando el escenario recesivo actual.

Muchas empresas, durante el primer semestre del año, ante la imposibilidad económica y financiera de otorgar los aumentos solicitados por los sindicalistas, se vieron obligadas a recurrir al “artilugio” de pagar sumas fijas no remunerativas y a “dosificar” tales incrementos, desdoblando su pago en dos o más veces a lo largo del año.

Daniel Funes de Rioja, vicepresidente y asesor legal de la UIA, en representación de los  industriales, en declaraciones a este medio, resaltó: «Las reivindicaciones salariales de muchos gremios continúan como si la crisis no existiera y fuera un invento empresario. Con ello se corre el riesgo de agravarla, en vez de contribuir a solucionarla”.

Explicando que el problema no es sólo una cuestión de caja. Puso foco en la caída de la productividad y en las pretensiones salariales que incluso corren muy por encima de la suba real de precios. Señalando que: «La utilización de la capacidad fabril instalada cayó fuertemente y afectó la productividad» y remarcó que los reclamos están siendo superiores, incluso, a la inflación estimada.

Javier Adrogué, socio de Adrogué, Marqués, Zabala & Asociados, sobre las negociaciones paritarias enfatizó que:  «no pueden desconocer el contexto actual» y que «los empresarios no están en condiciones de incrementar salarios más allá de sus posibilidades reales».

A la vez, que los sindicalistas cuando plantean sus reclamos salariales, lo hacen apuntando a que si bien reconocen la situación actual, tuvieron muchos años de ganancias.

Según opina Enrique del Río, de Consuasor, consultora especialista en asuntos públicos, que: “Los sindicatos entienden que si bien este año no han ganado tanto, sí lo han hecho desde el 2003, por ejemplo en el terreno petrolero, marítimo y siderúrgico”.

Ese es el argumento similar al que utiliza la Unión Obrera Metalúrgica, UOM, al considerar “lógica” una suba del 22% debido a las “grandes ganancias que obtuvieron los empresarios en los últimos años”.

Empleos

Ernesto Kritz, especialista en temas laborales, opina que la fuerte escalada gremial pone en riesgo los puestos de trabajo. De esta manera, el también director de SEL Consultores, dio a entender que el empleo será indefectiblemente la variable de ajuste ante cualquier suba desmedida.

Dijo que: «Si los salarios se incrementan entre 20 y 25%, estimamos que puede haber una caída del 3% en la dotación de las empresas».

Adrogué, en el momento de identificar qué tipo de compañías serán las más afectadas,  explicó que se han acortado las diferencias: «Las grandes firmas han sufrido más restricciones por efecto de la crisis y ahora no es correcto afirmar que éstas tienen ´más espalda´ para enfrentar aumentos masivos de sueldo; por el contrario, es moneda común que las enfrenten programas agresivos de reducción de costos».

Mientras, el director de SEL Consultores explicó que: “en un principio el impacto en los empleos se sintió más en la industria y en la construcción”, pero que, a medida que el escenario actual se mantenga, “va a impactar aún más fuerte en los servicios»

Inversión

El escenario actual es seguido muy de cerca por las empresas que tienen en carpeta proyectos de inversión.

Del Río destacó que: “En un contexto de reclamos salariales altos, se está desincentivando la inversión internacional, porque las empresas esperan que el Gobierno sea aliado de los empresarios, no de los gremios, como ocurre en otros países progresistas, como Chile, Brasil y Uruguay”.

Kritz, sobre este tema y haciendo referencia aseguró que: “esto genera cero inversión”, para luego agregar que «esta situación continuará hasta que se despeje el panorama».

El asesor de la UIA, dijo que en la mayoría de los países desarrollados con los que el nuestro busca compararse está primando la moderación ya que entienden que no es hora de «conquistas gremiales», sino de preservar los puestos de trabajo en tiempos de crisis.

Funes de Rioja, opina que los salarios y muy especialmente en el sector privado en general y en el industrial en particular,  han superado largamente la evolución de los precios cualquiera sea el índice que se tome y desde ya si lo cotejamos con la paridad cambiaria. Como prueba elocuente de ello, dijo que el mínimo vital se ha incrementado desde el 2002 en un 600% y se ha constituido en el más alto de América latina en su conjunto.

En definitiva los empresarios vislumbran un escenario complejo donde muchas empresas  quedaran en el camino.

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