Dos empresas en Australia prueba la vacuna contra la gripe A, iniciando los ensayos en seres humanos. Los resultados realizados a los 540 voluntarios estarán dentro de seis semanas. Esas compañías anunciaron el inicio de los primeros ensayos en humanos con una vacuna candidata a prevenir la infección por el nuevo virus de la Gripe A H1 N1, que hasta la fecha se cobró la vida de más de 700 personas en todo el mundo.
La Organización Mundial de la Salud, OMS, y otras compañías estaban teniendo dificultades para cultivar el virus en laboratorio para ser utilizado en la fabricación de esta enfermedad, muy a pesar de eso 540 australianos serán los primeros en recibir el pinchazo para luego demostrar si funciona.
CSL, una de las compañías, cuenta con 240 voluntarios para participar en un ensayo que durará unos siete meses.
Según publicación en el diario español El Mundo, los participantes en esta primera prueba con humanos habrían pagado alrededor de 400 dólares australianos, lo que equivale a unos 230 euros, al Royal Hospital de la ciudad de Adelaida, por recibir una o dos dosis de la vacuna.
Mediante un comunicado, la compañía informó que pretende poder contar con el fármaco antes del próximo mes de septiembre.
Los voluntarios, primero se realizaron un análisis de sangre, para luego poder recibir una primera inyección. En dos semanas se los analizará de nuevo y el 4 de agosto están previstas las pruebas en niños.
Los responsables de la vacuna reconocen que tardarán entre seis y ocho semanas en saber si el producto funciona.
Mientras que, las autoridades australianas informaron que no se autorizará ninguna terapia que no funcione o que pueda resultar peligrosa para el ser humano.
Si el producto de CSL demuestra que funciona, el gobierno australiano encargará al fabricante 21 millones de dosis para vacunar a los grupos de riesgo.
Vaxine, la segunda empresa, empezó su ensayo con otras 300 personas. Ambas son vacunas similares a las de la gripe estacional, pero que contienen una sola cepa de la nueva Gripe A, en lugar de las tres que se combinan habitualmente.
Nikolai Petrovsky, director de Vaxine, informo en una nota realizada al diario británico ’The Guardian’ que: «Nosotros estamos en el hemisferio sur, y es aquí donde está el problema ahora».
Agregando que: «Aquí estamos en medio de un brote de nueva gripe que es probable que no llegue a EEUU hasta que allí comience la temporada fuerte de gripe, dentro de seis meses».
Hasta ahora, Australia confirmó más de 14.700 contagios por el nuevo virus y 41 personas han muerto en el país a consecuencia de la enfermedad.
La OMS cree que el número de casos, que dejó de contabilizar oficialmente por las dimensiones de la pandemia, repunte en el hemisferio norte en los meses de septiembre y octubre, con el regreso de las vacaciones y el comienzo de los colegios.
Petrovsky reconoce que no hay ninguna garantía de que la vacuna vaya a funcionar, y admitió que los científicos se enfrentan a un virus desconocido y de comportamiento imprevisible.
Mientras tanto, la OMS como así también los grandes fabricantes de vacunas (Novartis o GlaxoSmithKline, entre otros), reconocieron que está siendo más difícil de lo que se esperaba hacer crecer el virus en el laboratorio para poder desarrollar la vacuna.
El echo de que este patógeno que no se comporta de la misma manera que la gripe normal, es una de las dificultades técnicas que trae aparejada el atraso de poder desarrollar una vacuna eficaz.
Por el momento y para poder desarrollar una inmunización que prevenga la infección, las muestras del virus A/H1N1 están siendo cultivadas e inactivadas en el laboratorio.
Para luego poder ligarlas con un antígeno (que será el que despierte la reacción inmune del organismo capaz de combatir al virus); de manera que cuanta menos cantidad de antígeno se necesite en la fabricación de la vacuna, más dosis podrán fabricarse.
Los especialistas, sin embargo se están encontrando con una fabricación de antígenos que sólo ronda el 30%-50% de lo que se suele obtener anualmente con la gripe estacional.
Según publicó en forma reciente el diario ’The Wall Street Journal’ los expertos no están muy seguros de cuál es la cantidad ideal de antígenos que debe contener esta nueva vacuna; aunque sí parece claro que habrá que usar adyuvantes (otras sustancias), como se suele hacer habitualmente para reforzar la respuesta inmunitaria.
Télam
