Hoy el caos que generalmente se concentra en el micro centro porteño con las manifestaciones y corte de calles hoy se traslado a la Autopista Panamericana en el kilómetro 35 , a la altura del puente Henry Ford, donde un centenar de obreros y gremialistas protestaban en reclamo de la reincorporación de 165 trabajadores despedidos por la multinacional norteamericana Kraft Foods, ex Terrabusi.
Ante el gran congestionamiento vehicular que se registraba, se recomendaba a quienes viajaban hacia Zárate tomar la bifurcación de la ruta 8 a Pilar y doblar en las rutas 25 o 26 a la derecha hasta Escobar e Ingeniero Maschwitz, mientras que los que se dirigían hacia la Capital Federal lo debían hacer por la colectora, el peaje permanecía cerrado y con la gendarmería y móviles policiales cruzados.
El día miércoles, se vivieron momentos de extrema tensión en la planta al cumplirse la tercera jornada de toma por parte de los empleados y vencer la conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo Nacional.
Desde la empresa, afirman que los tiempos se han terminado y que no van a volver atrás con los despidos.
Pedro López Matheu, director de Asuntos Corporativos y Gubernamentales de Kraft Foods, dijo que: «La posición nuestra es que con la finalización de la conciliación obligatoria los despidos han quedado confirmados. La planta está inactiva hace días porque estas personas impiden que los trabajadores que quieren volver a sus puestos vuelvan a hacerlo. Parte de la planta está trabajando. Estamos sin producción”.
El representante de la firma mediante un comunicado recordó que el problema «se inició el 3 de julio cuando 165 personas que fueron despedidas realizaron una protesta rodeando el edificio de administración e impidiendo la salida de los trabajadores de la planta».
Dijo que: «Fue una protesta sin fundamentos», agregando que fueron despedidos por ese motivo. «Nadie puede arrogarse el derecho de privar la libertad del prójimo y por eso se iniciaron actuaciones en la Justicia penal».
Además argumentó que entre los despedidos se encuentran delegados sindicales, por lo que la empresa realizó presentaciones judiciales a fin de obtener su desafuero, como paso previo al despido efectivo, tal como lo marca la legislación nacional.
Mientras que del lado de la comisión interna expresaron que el conflicto comenzó porque: «en enero de este año, (la empresa) impulsó un plan de despidos voluntarios, amedrentando y amenazando a quienes se negaban a arreglar, justificando su posición con la caída de las ventas».
La Confederación General del Trabajo también repudió las cesantías y los calificó como un intento de «desestabilización» de la paz social.
