En diciembre de 2017 se aprobó la NORMATIVA 1664, la cual plantea entre otras coas que los alumnos con discapacidad puedan tener un título oficial homologado que les permita continuar estudiando.
Gracias a esta normativa, las escuelas, sean o no especiales, no podrán impedir la inscripción, ni pedir doble matrícula, ni entregar títulos que no les permitan ir a la universidad. Los cambios corresponden a lo introducido a partir de la resolución 311, emitida por el Consejo Federal de Educación. La misma es obligatoria para todo el país.
En 2017, Catalina Pirán había iniciado una batalla para recibir un título secundario homologable para seguir estudiando. Hace 18 años nació con espina bífida y le habían dicho que le iban a dar uno que solo le permitiría hacer una carrera terciaria. Gracias a esta normativa, podrá completar sus estudios universitarios.
La normativa es obligatoria para todas las provincias y busca garantizar un sistema de educación inclusivo en el cual las personas puedan estudiar en escuelas comunes con los apoyos que sean necesarios, lo cual significa que recibirán las certificaciones correspondiente.
La ONG y las autoridades educativas afirman que estos avances van a requerir capacitaciones y formación para los docentes, llevando adelante una política de contabilización en la sociedad en general.
Cabe señalar que una de las características de la normativa es que las familias pueden elegir el tipo de escolaridad que quieren para sus hijos con discapacidad, así como también a qué institución desean que asistan. A fines de contar con registros administrativos, en algunos casos requerirá que el alumno se escriba en una escuela especial, aunque no asista precisamente a esa.
Educación inclusiva para personas con discapacidad
- Inclusión: la normativa aprobada por el Consejo General de Educación busca fortalecer, sostener y promover la construcción de prácticas inclusivas en las escuelas iniciales, primarias, secundarias y de nivel superior.
- La norma busca incorporar a los estudiantes con discapacidad en cualquier institución educativa, según el nivel y modalidad correspondiente, sin discriminación.
- La discapacidad de u niño o adolescente no puede constituir un motivo para rechazar la inscripción en ninguna escuela de nivel primario o secundario.
- La titulación y la certificación de finalización de estudios deben ser en igualdad de oportunidades.
- El alumno con discapacidad no debe tener una currícula paralela ni reducción de contenidos. En todo caso se diseñará un Proyecto Pedagógico para la Inclusión (PPI).
- Se incluye una formación inicial de los docentes, para que la inclusión empiece a ser parte natural de la práctica educativa.
