Desde junio y por el plazo de once meses se llevará adelante un operativo de reemplazo de credenciales de PAMI. La obra social de jubilados y pensionados efectuará el envío las nuevas credenciales por correo a los casi cinco millones de beneficiarios con los que cuenta. Se estima que se repartirán unas 450.000 por mes. Hasta que no reciban la nueva en sus domicilios, los afiliados podrán seguir utilizando la que tienen actualmente en su poder.
La nueva credencial de PAMI tendrá un formato similar al de otras obras sociales y a las tarjetas de crédito/débito. La misma contará un código de seguridad que permitirá acceder a la fecha médica de cada afiliado.
El código con el que contará optimizará la compra de remedios para los jubilados y pensionados nacionales, la atención médica y la prestación de distintas prestaciones de salud que el titular requiera.
Los titulares deberán activar su nueva credencial PAMI. Para hacerlo, una vez que reciban la misma, se tendrán que comunicar con una línea telefónica 0800 que la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSeS) habilitará para tal fin.
La actual administración del Instituto que está a cargo de Sergio Daniel Cassinotti ha llevado adelante diferentes auditorias con la finalidad de detectar ineficiencias, como ocurrió con la compra y distribución de tiras radiactivas para diabéticos.
Esto no solamente ayuda a controlar los gastos sino que también a reducir los tiempos de entrega de medicamentos oncológicos y de oftalmología. En lo que se refiere a enfermos de cáncer, en mayo del año pasado habían 3300 casos sin resolver y demoras de 35 días pero hoy en día no hay casos sin resolución ni demora.
Según informa Casa Rosada, el presupuesto de la obra social es de 116.468 millones de pesos, de los cuales 90 millones se destinan a la atención de pacientes. Además se indicó que se ha achicado el déficit aspirando a tener superávit.
Una de las herramientas que han permitido mejorar la atención de los pacientes fue la tecnología. Con la digitalización de las solicitudes se ha realizado un control de los servicios utilizados por los afiliados y la receta electrónica ha otorgado un control más eficiente del gasto.
Además, la compra de medicamentos de hemofilia vía la licitación ha reducido en un 80% el precio de los mismos.
