La Unión Obrera Metalúrgica, UOMRA, luego del plenario de secretarios generales ratificó el plan de lucha que anticipó Antonio Caló, el titular del sindicato central de los metalúrgicos. La medida de fuerza incluye un paro nacional de actividades para el jueves de la semana que viene de 24 horas y asambleas de una hora por turno el miércoles y el viernes, en repudio al estancamiento de la paritaria por la negativa empresarial a pactar un ajuste salarial del 22 %.
Cuando finalizaron las deliberaciones de los secretarios en la seccional de Villa Lugano, el titular del gremio informó a los periodistas que el plenario había decidido «profundizar las medidas de fuerza ante la negativa de los empresarios a otorgarnos un aumento del 22 por ciento».
Caló explicó que: «el martes se realizará un congreso de delegados en cada una de las 53 seccionales de la UOM, el miércoles, habrá un paro de una hora por turno y asambleas en las empresas, y el jueves, haremos un paro nacional por 24 horas».
Añadiendo que: «El viernes habrá nueva mente paros de una hora por turno y asambleas, y a las 11 sesionará el plenario de secretarios generales en esta seccional para profundizar las medidas de fuerza».
Antonio Caló, advirtió que, si no hay respuesta empresarial la semana próxima, entre el 10 y el 14 de este mes el gremio declararía un paro por «tiempo in determinado» y «toma de fábricas», manifestando que esa hipótesis «será analizada por los secretarios generales».
Afirmando que: «A ningún secretario general se le escapa que hay que profundizar las medidas, y si tenemos que quedarnos con los trabajadores en las fábricas hasta que nos den el aumento, lo haremos».
Manifestó que: «El Ministerio de Trabajo debe llamar a los empresarios y negociar con ellos, porque los metalúrgicos ya dijimos cuál es el aumento y también fuimos flexibles en nuestras propuestas», agregando que: «Las autoridades laborales tienen que con vencer más a los empresarios que a nosotros».
Según manifestaciones del sindicalista no hubo «ningún contacto» de la UOM con los empresarios, ni siquiera extraoficialmente. Caló consideró «mezquina» la negativa empresaria a satisfacer los reclamos de los casi 250.000 trabajadores metalúrgicos, si bien no le sorprendió la posición de la Asociación de Industriales Metalúrgicos (ADIMRA), porque recordó que: «cuando tuvo que votar el aumento del salario mínimo, se abstuvo».
Los sindicalistas reclaman un incremento de sueldos del 22% retroactivo al mes de abril y los empresarios en su oferta no superan el 15%.
Mientras que la CGT se solidarizó en un contundente comunicado de prensa con la aspiración salarial de los metalúrgicos y reclamó a las patronales del sector una pronta solución del conflicto.
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