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Guía para Soportar un Jefe Malhumorado

Clarín.com publico algunas reglas de oro que pueden ayudar a los empleados para soportar un jefe malhumorado, evitando de esta manera los choques con dialogo, comprensión y un poco de negociación. son muchas las oportunidades donde hay jefes que no hablan sino que ladran, que dan órdenes en forma indiscriminada y sobre todo aquellos no nunca escuchan. Nos es fácil tratar con ellos, pero seria bueno intentar con un poquito de inteligencia sobrellevar la situación. Los expertos, opinan que existen cinco reglas de oro para sobrevivir un poco más ameno. Guía para soportar un jefe malhumorado Comprensión: Lo más importante es que el empleado debe reconocer que siempre el poder lo tiene el jefe, ya que es él, quién maneja […]

Clarín.com publico algunas reglas de oro que pueden ayudar a los empleados para soportar un jefe malhumorado, evitando de esta manera los choques con dialogo, comprensión y un poco de negociación. son muchas las oportunidades donde hay jefes que no hablan sino que ladran, que dan órdenes en forma indiscriminada y sobre todo aquellos no nunca escuchan. Nos es fácil tratar con ellos, pero seria bueno intentar con un poquito de inteligencia sobrellevar la situación.

Los expertos, opinan que existen cinco reglas de oro para sobrevivir un poco más ameno.

Guía para soportar un jefe malhumorado

  • Comprensión: Lo más importante es que el empleado debe reconocer que siempre el poder lo tiene el jefe, ya que es él, quién maneja la Empresa y, además, quién toma la decisión del futuro laboral de sus subordinados.  Fabiana Gadow, de la Consultora Deloitte, el colaborador debería considerar dos dimensiones:

“La primera es comprender en qué circunstancias el jefe está malhumorado, ya que podría estar pasando un momento problemático. La segunda dimensión se refiere a la personalidad: no todos somos iguales y el colaborador debe comprenderlo”.

  • Evitar los choques: A veces, los empleados se ven tentados en contestar con algo muy grosero, irónico o en forma indirecta, pero según Valeria Chiesa, de la asesoría en Recursos Humanos Chiesa & Cassará, los reclamos y los enfrentamientos verbales son un grave error: no mejoran la situación y, además, pueden ser mal vistos por jefes de otras áreas.

“La persona que diariamente se presenta de malhumor frente a su personal carece de inteligencia emocional, por eso no entiende que la reacción generada puede tener que ver con sus propias actitudes”.

  • Dialogar:  Siempre y en casi todos los casos es muy bueno el diálogo, Luis Etchenique, de la consultora Accionado, resalta la importancia del diálogo.

“Si la relación lo permite, el empleado puede preguntarle a su jefe qué le pasa y por qué está malhumorado, ya que no sólo pueden preocuparlo cuestiones personales sino que su enojo puede tener que ver con el mal desempeño de su trabajo”.

  • Negociación: Según recomendación de Andrea Frascalori, de Enfoque Integral, una buena negociación que si bien no es suficiente,  bastará para un cambio de actitud, permitiendo:

“sacar a la otra persona de su punto ciego”. “Se debe clarificar cuáles son las variables de la relación que para uno son básicas, y cuáles son cuestiones más de forma que se podrían negociar o incluso pasar por alto. Una vez que se tiene claro qué es lo importante, es necesario abordar el tema con el jefe en un entorno constructivo”

“Aquí es clave expresarse de modo que se entienda que lo dicho obedece a las propias percepciones y conviene resaltar el objetivo común de esa relación laboral. Por último, hay que tratar en lo posible de llegar a acuerdos que puedan ser tangibles y consensuar una forma de seguirlos”.

  • Una vez que se hayan agotado las opciones: Todos los especialistas consideran que nunca es recomendable elevar el tema saltando jerarquías, sin antes haber hablado con la persona involucrada, todo consideran al  departamento de Recursos Humanos de la empresa como una buena opción para cuando las posibilidades de lograr un acuerdo se agotaron. Según asegura Valeria Chiesa, de la asesoría en Recursos Humanos Chiesa & Cassará, que:

“El empleado debe tener un lugar donde plantear un problema y ser escuchado. El área de Recursos Humanos actuará como mediador en la situación sin exponer al empleado y con el único fin de propiciar la comunicación entre ambas partes”.

Por otro lado, Darío Siani, director de la carrera de Gestión de Recursos Humanos de la Universidad Maimónides, se pregunta:

“¿qué es preferible, un jefe malhumorado en el que se puede confiar o un jefe con buena onda, pero en quien no se puede confiar?”

Y se responde:

“Para mi gusto, hay demasiadas organizaciones donde los únicos comportamientos aceptados son los vinculados a la energía positiva, la buena onda, los buenos modales y el glamour, donde todo se juega sobre la base de una visión fantaseada de la compleja realidad del ser humano. Detrás de cada malhumorado puede existir una persona muy valiosa para el grupo, tanto en lo profesional como en lo humano”.

Además, Siani, considera que la tolerancia es una regla fundamental, y cree que las empresas deberían incorporarla como una potente herramienta de crecimiento.

“Se deben tomar como desafío transformar el lugar de trabajo como un espacio donde uno pueda ser uno mismo y no un lugar para reprimirse”.

1 comentario en “Guía para Soportar un Jefe Malhumorado”

  1. Uno va por la vida tratando de buscar la aprobación de sus superiores. Siempre queremos agradarles a nuestros padres con buenas calificaciones o sorprender a los maestros en el salón, pero ¿qué hacer cuando se trata de los jefes?.

    La percepción que tiene de nosotros, se puede ver reflejada de manera directa en aumentos salariales, mayor responsabilidad e inclusive un ascenso laboral.

    Por ello es de suma importancia cumplir nuestras metas y tener buena relación, pero ¿qué podemos hacer si tienen cambios de humor?, les comparto una infografía con tips para saber manejar la situación.

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