La Comisión de Trabajo de la Cámara de Senadores, a cargo del radical Gerardo Morales, estudia un proyecto en el que se obligaría a bares y restaurantes a cobrar un 10% del total de la consumición en concepto de propina obligatoria para los mozos. Mientras que Luis María Peña, presidente de la Cámara de Hoteles, Restoranes, Confiterías y Cafés, dijo en Radio 10 que el proyecto «es un mamarracho jurídico», considerando que el adicional debe ser voluntari.
Se pretende rechazar al proyecto de Ley que haría obligatoria a la propina que se entrega a los mozos, lo que equivaldría a que, el cliente no dejaría más un plus voluntario, sino que estaría obligado a pagarlo. Aún en los casos cuando la atención es mala, y el cliente no esta de acuerdo con el servicio recibido, tendría que dejar el 10% de lo consumido.
Liliana Negre de Alonso, senadora nacional, junto con el senador Adolfo Rodríguez Sáa, son quienes impulsaron esta iniciativa «con el objetivo de que el empleado no sólo tenga una expectativa de percepción de la propina, sino también que ésta sea un derecho inherente a su trabajo».
La funcionaria, fundamentó su propuesta en que: «el trabajo de mozo implica una actividad enteramente dedicada al servicio del prójimo. La cual está expuesta, muchas veces, a malos tratos y bajos salarios». Sin embargo, no se tiene en cuenta que a veces, quien recibe los malos tratos y los bajos salarios son los clientes.
En el proyecto consta que no serán obligatorias las propinas para consumiciones inferiores a los $10. También que el monto incluido en ese ítem no podrá ser descontado del sueldo del trabajador.
Por su parte, y según declaraciones a Radio 10, Luis María Peña, presidente de la Cámara de Hoteles, Restoranes, Confiterías y Cafés, en referencia a dicho proyecto dijo que este: «es un mamarracho jurídico».
El gremio de Gastronómicos pide que vuelva a haber laudo, donde el porcentaje de dinero que dejaba la gente se repartía de igual manera con todos los trabajadores del local.
Con esta medida, los únicos que se benefician son los mozos, pero los cocineros, los peones y otros trabajadores quedan desamparados.
